| Título: | El lago. |
| Soporte: | Lienzo. |
| Pintura: | Óleo. |
| Tamaño: | Marco: 47 cm. (ancho) x 33 cm. (alto). |
| Notas: | Obra derivada de obra de autor realizada en mi primera etapa (años 2000s). |
| PRECIO: | 7.900 € ¡VENDIDO! |
Retorno al origen: una evocación reinterpretada
La semilla de El lago germina en el recuerdo.
Esta obra surge como una relectura íntima de una pintura que realicé en mis primeros años, en la década del 2000. No se trata de una simple reproducción, sino de una reconstrucción emocional y técnica de aquel paisaje acuático que tanto significó para mí en mis inicios como artista.
Quise volver al lago, pero con los ojos que tengo ahora. Con la experiencia que da el tiempo y el pulso más firme, pero sin perder la emoción del primer trazo.
Luz en calma: explorando el óleo como lenguaje
Trabajé sobre lienzo con óleo, dejando que cada capa de pintura aportara profundidad a las aguas tranquilas y a los reflejos cambiantes del entorno.
Mi intención no era reproducir una escena concreta, sino evocar una sensación: la serenidad de observar un lago al atardecer, cuando el mundo parece detenerse por un instante.
El óleo me permitió jugar con las transparencias, con la luz que se posa sobre el agua y con los reflejos difusos que transforman lo real en algo casi onírico.
Un eco del pasado: arte que dialoga consigo mismo
El lago es una obra derivada, pero también es un puente entre dos momentos de mi vida. En ella coexisten el ímpetu de una juventud exploradora y la mirada más reflexiva de la actualidad.
Volver a esta escena fue un ejercicio de memoria, pero también de liberación creativa: reinterpreté formas, suavicé líneas, alteré la paleta cromática para dotarla de una nueva emoción.
El resultado no es un duplicado, sino una conversación con mi yo del pasado.
Un lago que no se ve, se siente
Más allá de su dimensión técnica (47 cm de ancho por 33 cm de alto, enmarcado), esta obra busca tocar algo más profundo: ese lugar interno donde habita la calma.
Ya ha encontrado su hogar, pero El lago sigue existiendo como una invitación a la contemplación.
A quienes lo han visto, les ha devuelto un instante de quietud.
A mí, me ha permitido reconciliarme con mis comienzos.
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